lunes, 21 de septiembre de 2015

APOLOGÍA HUMANA



Lo extinto, sin las mismas características, que son infinitas, se renueva rápida y sistemáticamente sin solución de continuidad - Alfonso Campuzano


Vaya por delante que lo fácil, hoy en día, es denunciar maltrato y matanza de animales, siempre que no se hable de caza, pesca, mataderos de animales o de cocederos de pescado y marisco, y menos de seres humanos. Pese a todo esto, existe una ignorancia total de la justificación organizativa de la vida humana como especie.
Uno de los pilares básicos de la evolución del intelecto en la especie humana, aparte de mostrar la mano con el pulgar oponente y prensil, indispensable para manejar objetos, ha sido el descubrimiento del fuego con el que poder cocinar recursos alimenticios que evitan infinidad de enfermedades infectocontagiosas.
Toda humanización de animales se basa en trucos/mecanismos de adiestramiento/aprendizaje/entrenamiento controlado sólo cuando el animal quiere, no se olvide, pese a su animador.
No es extraño que alguien se lleve las manos a la cabeza, lo que demuestra absoluta torpeza en el desarrollo del conflicto interespecies, cuando descubre que especies inferiores a la humana, en su progresiva adaptación, modifiquen sus hábitos e invadan zonas donde se desarrollan entornos impensables, pues es la Naturaleza quien guía, algo desconocido para el hombre, aunque en su prepotencia intenta manipular a sus semejantes ignorantes.
Algunos, los más pesimistas, en su parco discurso, exponen que se ha perdido la mitad de la vida animal salvaje en las últimas cuatro décadas alegando que no da tiempo a que se regeneren. Sin embargo, ignoran que en las mismas décadas han aparecido infinidad de especies animales, hasta ahora desconocidas por la especie humana, que creía inocentemente que con él todo desaparecería, y no va siendo así, porque el planeta Tierra está en continua regeneración medioambiental. Sin embargo, resulta más productivo para el bolsillo de algunos atemorizar constantemente, más o menos, lo que siempre ha hecho el humano con el humano: esclavizarlo física y psíquicamente.
¿Es moral invertir, yendo en contra de la Naturaleza, salvando a especies en peligro de extinción, como ley natural, en lugar de invertir en la especie humana? Bastantes problemas, entre sí, acarrea la especie humana como para que se gaste tiempo y dinero en humanizar otras especies. Ese dinero destinado a este fin despilfarrador mejor se empleara en la lucha contra el hambre mundial, dejando a la naturaleza que actúe, como ya sabe, y sin condicionarla. ¿No es suficiente premisa que seamos siete mil millones de humanos cuando se desconoce el número exacto de otros seres vivos y cuántos han aparecido al mismo tiempo que los humanos? Lo extinto se renueva rápida y sistemáticamente sin solución de continuidad, aunque sin las mismas características, que son infinitas.
Y señalar que, no obstante, hasta los ecologistas se quejan, eso sí, pocas veces, aunque la Administración no les hace ni caso, de que ciertas especies de animales amenazados en peligro de extinción deterioran ciertas zonas.
Por otra parte, el descontrol en el uso de pesticidas hace que, cada año, desaparezcan especies afectadas, que ni siquiera se había previsto, con lo cual los ecologistas, para que no se descubra su malhacer, se dan prisa para hacer emerger y conservar cualquier especie que no aporta nada a la evolución de la Humanidad.

Alfonso Campuzano
Sigue a @AIf0ns0

No hay comentarios:

Publicar un comentario