martes, 8 de noviembre de 2016

DIRECTRIZ CLIMÁTICA INSOSPECHADA


Cuando se habla del clima se está dirigiendo la conciencia hacia un debate que logre distorsionar la realidad – Alfonso Campuzano

Todo lo que, desde el principio de los tiempos, se desarrolla en este planeta, perdido en la inmensidad del cosmos, no sigue unas directrices uniformes sino, más bien, diversas en las que encuentran su representación los llamados ciclos, épocas, periodos en los que, para evolucionar, se han turnado en un cambio continuo, sin solución de continuidad, cuyo fiel de la balanza se ha inclinado, tanto hacia la destrucción como hacia la renovación, hechos fundamentales que influyen de manera primordial en el clima, y no a la inversa.
La ciencia climática no es exacta, como casi todas las ciencias, pues dispone de una serie de parámetros que debe analizar como son, en este caso, la humedad, la precipitación, la presión, la temperatura, el viento, que son francamente variables. Por otra parte, hay infinidad de factores que influyen en cada uno de estos parámetros variables que, sin ellos sería muy difícil, casi imposible, realizar diariamente los modelos climáticos adecuados para predecir el día a día con acierto, y menos aún tratándose de una veintena, incluso una cincuentena, de años, como se pretende.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, como quien quiere impresionar, en plan mentor de lo siniestro, pues no se habla de otra cosa, sobre todo coloquialmente, más que de calentamiento global o mal llamado cambio climático, como mucho, atípico, no es tan sistemático como ciertos desean ni será algo parecido a una bomba sino, como mucho, más bien adaptativo, tanto en unas especies como en otras, ya sean vegetales o animales, sin llegar a explicar adecuadamente que el clima terrestre tiene una evolución natural, aunque dividido simplemente en períodos glaciares e interglaciares.
Basta recordar que estamos viviendo en un periodo interglaciar, y lo suyo es alcanzar, cuando sea, las temperaturas bajas del periodo glaciar, quizá antes de lo que se piensa. En breve, se iniciará un periodo de baja actividad solar, conocido como mínimo solar, con pocas manchas en su superficie y pérdida de fuerza hacia la hibernación por aletargamiento, que recordará a la Europa de los siglos XVII y XVIII cuando sufrió una pequeña Edad de Hielo que, como mínimo duró más de setenta años de inviernos rigurosos, si no fueron más.
El clima, al ser desigual en todos los territorios terrestres, varía desde un intenso calor a un intenso frío, no se puede ni se debe considerar, como habitualmente se considera, sin ningún miramiento, cualquier cambio que acaezca, como global. Es más fácil que un territorio cambie de temperatura hacia más o menos grados, o que una zona se hunda o emerja por un terremoto, incluso por el impacto de un asteroide, que por las emisiones de gases industriales.
Lo fácil, en estos casos, sobre todo cuando no se entiende lo que hace o piensa el planeta dentro del cosmos, es enfilar las críticas contra los humanos y sus descubrimientos industriales y echar mano del efecto gaseoso creado por ellos. No obstante, la peligrosidad aumenta cuando se reúnen zonalmente varios gases tóxicos.

ALFONSO CAMPUZANO
            
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